lunes, 5 de mayo de 2014

Marquesado de Villora




Marquesado de Villora




Peticíón de la Merced del Título de Marqués de Villora, solicitada por mis antepasados los Zúñiga de la Cerda Cantos y Royo a favor del Mayorazgo y Señor de Villora y otras Varonías, don Eugenio de Zúñiga de la Cerda Cantos y Royo. Hijos de d. Eugenio de Zúñiga, Señor de la Villa de Villora, Caballero de la Orden de Santiago y de la Señora dª Ana Francisca de Cantos Royo y Villodre.


Otorgado en 8 de abril de 1717






Escudo de Armas del I Marqués de Villora
don Eugenio de Zúñiga Cantos Liébana y Villodre





SEÑOR


Don Eugenio de Zúñiga y Cerda, cuyas son las Villas de Villora, heredamientos de Yemeda, dehesas de Pancrudo, Cortina y Fuencaliente y las Fortalezas, Feligresías, y Concejos de San Payo, y sus hermanos, Don Rodrigo de Zúñiga, Caballerizo de V. Magestad, Don Antonio de Zúñiga General de Artillería y Gobernador de Melilla, Don Luís de Zúñiga, Capitán de caballos y Sargento Mayor de un Tercio de Caballería, Don Joseph de Zúñiga, Capitán de Caballos y Don Cristóbal de Zúñiga, Capitán de Infantería, hijos de Don Eugenio de Zúñiga y Cerda, Caballero que fue del Orden de Santiago y dueño de dichas Villas de Villora y San Payo, Heredamientos y Dehesas referidas, dicen: Que descendiendo de varón en varón,  se hallan sextos nietos de los Duques de Béjar, conservando en su Casa la varonía, cómo es notorio a las de Zúñiga, y siendo Don Diego de Zúñiga, hijo segundo de Don Álvaro de Zúñiga, Duque de Arévalo, y Plasencia y Béjar y de la Duquesa su mujer, Doña Isabel Manrique, sirvió a los Reyes Católicos en las Guerras de Granada, y casando con Doña Juana de la Cerda, de la Casa de Medinaceli, hija de  Luís de la Cerda y de Doña Francisca de Castañeda su mujer, dueños de dichas Villas de Villora y de las de Traspinedo, Yemedas y Dehesa dichas, tuvieron por sus hijos a Don Francisco de Zúñiga, y Doña Francisca, que llevando Traspinedo en dote, casó con el Conde de Cabra, de quien vienen los Duques de Sessar, y el dicho Don Francisco de Zúñiga, que fue del Hábito de Santiago, y sirvió en las guerras de su tiempo, hijos de los sobredichos, Don Diego de Zúñiga y Doña Juana de la Cerda, y nieto del Duque Don Álvaro, sucedió en dicha Villa de Villora, Yemeda y dehesas de Pan Crudo, Cortina y Fuencaliente, casó con Doña Beatriz de Fonseca, y tuvieron a Don Luís que le sucedió, y murió sin hijos, Don Diego de Zúñiga, que sucedió y habiéndose ordenado fue Abad de Parraces, primer Marqués de Guelamo, Don Antonio de Zúñiga, poseedor de Villora, Yemeda, dehesas de Pancrudo, Cortina y Fuencaliente, casó con Doña María de Recalde, y tuvieron a Don Francisco, que le sucedió Don Luís, Oydor de Granada, Don Diego Capitán de Infantería en Italia, ambos sin sucesión. El dicho Don Francisco de Zúñiga, que sucedió en dicha Villa y demás, casó con Doña Magdalena de la Mota; y habiendo muerto en esta Corte en la asistencia de Procurador de Cortes de la Ciudad de Cuenca, cómo Regidor que era en las que se celebraron en el año de 1574, dejó por su hijo, y sucesor en dicha Villa y Heredamientos, y Dehesas a Don Eugenio de Zúñiga, Caballero del Orden de Santiago, y Regidor de la Ciudad de Cuenca, y Procurador de Cortes dos veces, la una año de 1595. La otra 1602. En que se hizo el servicio; y casando con Doña Magdalena de Medrano, tuvo a Don Eugenio de Zúñiga, caballero del Orden de Santiago, sucesor en dicha Villa de Villora, Yemeda y Dehesas, el cual en su mujer Doña Ana de Liébana, tubo al sobredicho Don Eugenio de Zúñiga, Caballero del Orden de Santiago, dueño de dichas Villas de Villora, San Payo, Heredamientos y Dehesas que en su mujer Doña Ana Francisca Royo y Cantos, tubo a los Suplicantes con otros Religiosos. Que puestos a los Reales pies de Vuestra Magestad y en consideración a lo referido; y particularmente de sus servicios, sin querer valerse en lo político de los de sus abuelos, que pudieran referir muchos, son los suyos más de noventa años, cómo consta de las fees, y certificaciones, que están presentadas en diferentes Secretarías y nuevamente se presentan, computando a un número todos juntos, y que actualmente sirven los empleos dichos, habiendo comenzado desde una pica, y pasado por los puestos de Alférez, Capitanes de Infantería, hasta el de Maestre de Campo en el dicho Don Antonio algunos años (el cual ha obrado y obra con tan gran acierto y desvelo en el sitio de Melilla, cómo es notorio a V. Magestad) Sin aberles dado ayuda de costas, Encomienda o otra Merced; y el dicho Don Eugenio de Zúñiga su hermano mayor aberles socorrido con su hacienda diferentes veces, y gastado cantidades (de que ha resultado empeños a su Casa) para mantenerlos en Flandes, que es a dónde han servido con el zelo y amor al Real Servicio que se sabe, conforme las obligaciones de su Sangre, en cuantas ocasiones, y sitios (y en el de Orán el dicho Don Antonio a su costa) se han ofrecido en este tiempo en aquellos Payses, y hallándose sin los ascensos que le corresponde tan largos, y relevantes servicios en los dichos cinco hermanos (sin Exemplar ) y para con más aliento proseguir; y cómo en parte de premio
Suplican a V. Magestad les haga merced de Titular su casa en cabeza del dicho Don Eugenio de Zuñiga su hermano mayor, décimo poseedor de dicha Villa de Villora, para los sucesores y descendientes, por juro de heredad; pues se hayan con las calidades de Nobleza desde la Casa Real de Navarra, en la de Béjar, y parentesco con otras de Castilla, antigüedad y vasallos, con Fortaleza en su Villa, y nombramiento de Alcayde en ella, y de Alcalde Mayor, y Ordinarios, independiente de los vasallos, con jurisdicción, alta y baja, mero, y mixto imperio, primera, y segunda instancia, y preeminencias en referidas dehesas de nombramiento de guardas, y otras, y con el Patronato de la Parroquial de dicha Villa en su Capilla Mayor; y aunque las Fortalezas, y Concejos de San Payo haya litigio en parte por empeño, y diminuta la renta, por consistir de ella en Juros (que V. Magestad se vale) con todo esto le queda (mayormente no habiendo tomado estado) para mantenerse con decencia, y para los aumentos, y más decoro de su Casa; en que V. Mag. Cómo su Rey, y Señor les ha de favorecer, esperan recibir esta Merced.