MUY ILUSTRE CABILDO DE CABALLEROS DE CUENCA
En la Muy Noble y Muy Leal y Fidelísima Ciudad de Cuenca, en
Viernes Santo del día 30 de III de 2018. El Muy Ilustre Cabildo de Caballeros
de Cuenca, celebró Capítulo Ordinario, del que salieron elegidos las nuevas
Dignidades:
Maestre:
Iltmo. Sr. Don Alberto Muro y Castillo
Canciller:
Iltmo. Sr. Don Manuel Piñango y Mochales
Prior:
Iltmo. Sr. Don Miguel
Ángel Albares y Albares
Tesorero:
Iltmo. Sr. Don Carlos
Gustavo Pontones y Lahoz
Prioste:
Iltmo. Sr. Don Jesús Alberto Pontones y Lahoz
Vocales:
Iltmo Sr. Don Juan Álvarez de Toledo y Bandeira
Iltmo. Sr. Don Diego Fernández de Córdova y Cerveró
Clavero: Iltmo. Sr. Don Jose Manuel Abascal y Roiz, que continúa en su cargo, al ser una Dignidad rotatoria por antiguedad
Clavero: Iltmo. Sr. Don Jose Manuel Abascal y Roiz, que continúa en su cargo, al ser una Dignidad rotatoria por antiguedad
Posteriormente, en un acto celebrado en la Capilla Honda de
la Catedral de Santa María y San Julián de Cuenca, fueron recibidos cómo
Caballeros:
-Iltmo. Sr. Don Miguel Ángel Albares y Albares (Prior)
-Iltmo. Sr. Don Jesús Carrillo y Álvarez
Apadrinado por:
Iltmo. Sr. Don Daniel Carrillo de Albornoz y Alonso y por el
Iltmo. Sr. Don Juan Álvarez de Toledo y Bandeira
-Iltmo.Sr. Don Santiago de La Muela y Mialdea
Apadrinado por:
Iltmo. Sr. Don Jose Manuel Abascal y Roiz y por el Iltmo.
Sr. Don Manuel Piñango y Mochales
FOTOGRAFÍAS DE LOS DISTINTOS ACTOS
HISTORIA DEL MUY ILUSTRE CABILDO DE CABALLEROS
El Muy Ilustre Cabildo de Caballeros de Cuenca, constituye
el cuerpo colegiado de la nobleza conquense, sin perjuicio de los demás
privilegios seculares reconocidos por Alfonso VIII, Sancho IV, Alfonso X y sus
sucesores. Su fin primordial es la defensa de la fe católica, y su ámbito de
actuación territorial se limita a Cuenca y su provincia. Desde el siglo XVI
dirige y organiza la solemne procesión del Santo Entierro en la noche del
Viernes Santo, participando en la misma como escolta de honor del Santo
Sepulcro, en colaboración con la iglesia del Salvador, como ratifican las concordias
con la parroquia de 1927, y en coordinación con la Junta de Cofradías,
organizadora y reguladora de la Semana Santa de Cuenca, declarada de Interés
Turístico Internacional.
Compuesto por Caballeros Hijosdalgo, descendientes de los
Nobles linajes conquenses, sin oficio de armas con solar asentado en Cuenca,
fue instituido bajo la advocación del Espíritu Santo y con el apóstol Santiago
como santo patrón en el siglo XII en fechas de la reconquista de la ciudad por
Alfonso VIII de Castilla, junto con otros dos cabildos: el Catedralicio o de
clérigos y el de "Guisados de Caballo" formado por las milicias de
caballería villana o parda. Los estatutos tardomedievales lo denominan
"Ylustre Cabildo de Caballeros Hijosdalgo de la Noble Ciudad de
Cuenca". Esta nobleza local fue compaginando de forma creciente sus
labores militares, concejiles y religiosas, teniendo representación tanto en el
Concejo de la ciudad, participando en las decisiones y en la elección de cargos
tales como los Alcaldes de Hermandad, auténticos alguaciles o comisarios de
justicia o los Caballeros de la Sierra con la misión de vigilar los bosques,
pastos y ganados, como en la Procuración en Cortes, siendo algunos de sus
delegados: Gómez y Luis Carrillo de Albornoz, Mosén Diego de Valera, Lope
Vázquez de Acuña, Honorato de Mendoza, hijo primogénito de Juan Hurtado de
Mendoza, señor de Cañete, y de su primera mujer, doña Inés Manrique, o Luis
Pacheco de Silva, señor de Villarejo de Fuentes y su tierra, hijo de don Alonso
de Silva II Conde de Cifuentes Alférez Mayor de Castilla y de la varonil doña
Beatriz Pacheco, condesa de Medellín con quien casó en segundas nupcias.
El 2 de julio del año de 1565, siendo el obispo de Cuenca
don Bernardo de Fresneda, confesor y consejero del rey Felipe II, se agrupó en
una cofradía fundada con limpieza de sangre en la Iglesia de El Salvador por
los nobles y familiares de la Inquisición Juan del Barrio y Alonso de Pedraza,
bajo la advocación de la Virgen de la Soledad, de quien era muy devota la reina
consorte doña Isabel de Valois. Por bula del Papa Clemente VIII de 1602, tiene
el privilegio de organizar en exclusiva la procesión del Santo Entierro. Por
las mismas fechas se adoptó el estandarte con el que el Cabildo se distinguiría
en las ceremonias religiosas y actos públicos: un pendón de damasco negro con
las Armas Reales de Castilla en el anverso y la Cruz de Sancti Spiritus en el reverso.
Mediante Real Cédula de 6 de septiembre de 1573, el Rey Felipe II se dirigió al
Cabildo de Caballeros de Cuenca, así como a otras corporaciones nobiliarias,
con el ánimo de que éste se constituyera en maestranza de caballería e hiciera
periódicamente alardes y paradas militares que les sirviesen de entrenamiento
para la guerra. Varios de estos juegos de guerra realizados por los caballeros
del Cabildo se describen con detalle en las diversas visitas que los reyes
hicieron a la ciudad de Cuenca.
En un documento de 1787 es calificada como "célebre y
venerable hermandad de caballeros distinguidos con la advocación de Nuestra
Señora de la Soledad", y también ha sido denominado "Cabildo de
Caballeros de la Virgen de la Soledad y del Santo Sepulcro". A finales del
siglo XVIII incorporó asimismo a sus posesiones el llamado "vínculo de
Torralba" el cual heredó de doña Petronila de Jaraba. En 1885 se acuerda
el diseño actual de su bandera. Se conserva el Libro de Actas de sus Capítulos
abierto en 1903 y sobre el cual se continúan trascribiendo sus sesiones o
juntas. En 1927 se actualizaron las concordias entre el Cabildo y la iglesia de
El Salvador. Tras unos años de inactividad provocados a causa del asesinato por
milicianos de siete de sus integrantes, siendo uno de ellos el obispo de Cuenca
y Maestrante de Zaragoza, monseñor D. Cruz Laplana, la desaparación y
persecución de muchos de ellos así como la destrucción de muchas de sus
posesiones, entre las que se podía contar el retablo arriba mencionado, durante
la Guerra Civil Española, el Cabildo de Caballeros se reconstituyó por acuerdo
corporativo de 22 de julio de 1944, siendo reconocida como congregación
canónica vinculada a la Iglesia de El Salvador de la ciudad de Cuenca por
decreto del obispo diocesano de 6 de marzo de 1946.
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